Manzanilla.

Descripción:

La manzanilla es una planta alegre que puede agregar belleza a un jardín, además de poseer cualidades sedantes. Hay dos tipos de manzanilla: la manzanilla romana (Chamaemelum nobile) y la manzanilla alemana (Matricaria recutita). La variedad romana es la verdadera manzanilla. Es una planta rastrera que crece formando una esterilla. Tiene pequeñas flores como margaritas con centros amarillos y pétalos blancos. Las hojas son plumosas y es una planta perenne.

Cultivo:

La mejor época para plantar manzanilla es la primavera, ya sea a partir de semillas o plantas. Aunque es más fácil establecer la planta de manzanilla en el jardín a partir de plantas o divisiones que de semillas, también es relativamente fácil cultivarla a partir de semillas. La manzanilla crece mejor en condiciones frescas y se debe plantar en sombra parcial, aunque también crecerá a pleno sol. El suelo debe estar seco.

Cuidado:

Una vez que la manzanilla está establecida, necesita muy pocos cuidados. Como la mayoría de las plantas rústicas, crece mejor cuando no se la cuida demasiado. Demasiado fertilizante resultará en una gran cantidad de follaje con sabor débil y menos flores. La manzanilla es tolerante a la sequía y solo necesita ser regada en épocas de sequía prolongada.

Plagas y Enfermedades:

En su mayor parte, la manzanilla no se ve afectada por muchas plagas. A menudo se recomienda como planta complementaria en el huerto, ya que su fuerte aroma mantiene alejadas a las plagas. Sin embargo, una planta de manzanilla debilitada por la falta de agua u otros problemas puede ser atacada por pulgones, cochinillas o trips.