Ficus pumila - ficus enano

Descripción:

El *Ficus pumila*, también conocido como higuera rastrera o ficus enano, es una planta trepadora y rastrera que pertenece a la familia de las Moráceas. Esta especie se caracteriza por tener hojas pequeñas, de forma ovalada, que se distribuyen a lo largo de tallos delgados y flexibles. Es muy popular como planta ornamental por su capacidad para cubrir rápidamente paredes, muros, enrejados o pérgolas, y también se puede usar como planta colgante en interiores.

Historia y Origen:

El Ficus pumila es originario del este de Asia, específicamente de China, Japón y Vietnam. En su hábitat natural, esta planta crece en selvas húmedas, escalando árboles y cubriendo superficies rocosas. Desde hace siglos, ha sido apreciada en jardines asiáticos debido a su capacidad de expansión rápida y su valor ornamental. En el siglo XIX, se introdujo en Europa y América, donde se ha utilizado ampliamente en jardines y paisajismo.

Curiosidades:

- El Ficus pumila tiene una forma de crecimiento juvenil y otra adulta. En su fase juvenil, las hojas son pequeñas y las ramas delgadas, mientras que en la etapa adulta, las hojas se vuelven más grandes y los tallos se engrosan.

- Puede trepar superficies verticales mediante raíces aéreas que secreta, lo que le permite adherirse firmemente a paredes y otras estructuras sin dañar la superficie.

- Aunque crece principalmente por sus características decorativas, también se cultiva en algunas regiones por sus pequeños frutos comestibles, que son dulces cuando maduran, aunque rara vez se ven en plantas cultivadas en maceta o jardín.

Riego:

El *Ficus pumila* prefiere un suelo húmedo, pero no encharcado. En primavera y verano, requiere riego frecuente, manteniendo el sustrato siempre ligeramente húmedo. En invierno, el riego debe reducirse, permitiendo que la capa superior del sustrato se seque entre riegos. Es importante asegurarse de que la planta tenga buen drenaje para evitar el encharcamiento, ya que sus raíces son sensibles al exceso de agua.

Poda:

La poda del Ficus pumilaes fundamental para controlar su crecimiento, ya que puede extenderse rápidamente y volverse invasivo en algunos casos. Se recomienda podar la planta en primavera o principios del verano, eliminando las ramas más largas o desordenadas. También se pueden retirar hojas o ramas dañadas en cualquier momento del año. Si se cultiva como planta colgante o en una maceta, la poda ayuda a mantener su forma y evitar que se descontrole.

Cuidados:

- Luz: El Ficus pumila se adapta bien a diferentes condiciones de luz, desde pleno sol hasta semisombra. Sin embargo, en interiores, es mejor situarlo en un lugar con luz brillante indirecta.

- Temperatura: Es una planta que prefiere climas cálidos y húmedos. No tolera las heladas, por lo que en climas fríos debe protegerse o cultivarse en interiores.

- Humedad: Aprecia ambientes con alta humedad, por lo que en climas secos es recomendable pulverizar las hojas o colocar la maceta sobre un plato con piedras y agua para mantener una atmósfera húmeda alrededor de la planta.

- Sustrato: Prefiere un suelo bien drenado, ligero y rico en materia orgánica. Se puede usar una mezcla para plantas de interior con una pequeña cantidad de arena para mejorar el drenaje.

- Abono: Durante la primavera y el verano, es recomendable fertilizar el *Ficus pumila* cada dos semanas con un fertilizante líquido para plantas verdes, diluido en agua.

En resumen, el Ficus pumila es una planta trepadora versátil y atractiva, fácil de mantener con los cuidados adecuados, ideal tanto para interiores como para exteriores en climas cálidos.