Howea forsteriana - Kentia. C17

Howea forsteriana  o kentia es una palmera de la familia de las arecaceaes.

Una de las palmeras más utilizada en jardinería de interior por su porte elegante y los pocos cuidados que requiere, pudiendo resistir tanto ambientes cálidos como más frescos.

Está compuesta de un solo tronco cuya corona a su vez puede estar compuesta hasta por más de 40 hojas.

Es muy longeva y tiene un crecimiento muy lento, que se acentúa si las sembramos en grupo.

No obstante prefiere ambientes cálidos, húmedos y aireados y necesitan tierras neutras o un poco calizas.

Cuando esté en interior, la observaremos para evitar las plagas de insectos como cochinilla o araña roja; no suele padecer de enfermedades.

La abonaremos con un fertilizantes líquidos, o  de liberación lenta en primavera y verano.

Las hojas de kentia son más erguidas cuando crece en interior o a la sombra, y más arqueadas cuando crece al sol.

A Howea forsteriana no le gusta ser cambiada de sitio continuamente, ni ser cambiada de macetas, ni que se muevan sus raíces, así que intentaremos encontrarle un sitio apropiado desde el primer momento. También es importante limpiar sus hojas para evitar que el polvo se acumule en ellas.

Cuando sus hojas estén marrones, puede significar que tiene falta de agua, así como si notamos que sus troncos y sus hojas no tienen un porte erguido.

Por el contrario  un exceso de agua lo notaremos en el pudrimiento de sus raíces.

Manchas marrones en sus hojas delatarán que están recibiendo demasiado sol.

No necesita poda, salvo alguna hoja que esté demasiado estropeada. Si podamos en exceso perjudicaremos su tronco y la haremos más susceptibles a los ataques de hongos.

 



Fuentes consultadas además de nuestra experiencia con esta planta:



wikipedia.org/wiki



rhs.org.uk/Plants



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