Mandarino - Citrus x reticulata

Descripción:

El mandarino, o Citrus reticulata, es un árbol frutal de hoja perenne perteneciente a la familia Rutaceae. Tiene una forma globosa, con follaje denso y hojas brillantes y muy verdes, lo que crea un hermoso contraste con el color de su fruto y le confiere un gran valor ornamental para el jardín.

Cultivo:

El mandarino prospera mejor con una temperatura media entre 23°C y 35°C, requiriendo riegos regulares sin producir encharcamientos y añadiendo materia orgánica cada año durante la temporada de crecimiento. Se debe ubicar al sol o en sombra parcial, evitando áreas con césped.

Poda:

La poda se realiza durante el período de descanso del árbol, después de la fructificación y antes de la siguiente floración. Esto implica la eliminación de ramas dañadas o rotas y cualquier rama débil o innecesaria para garantizar una buena ventilación del aire entre las ramas del árbol.

Control de Plagas y Enfermedades:

Los mandarinos son susceptibles a los ataques de varios tipos de insectos, especialmente pulgones y minadores de hojas, los cuales pueden ser controlados con productos adecuados. Además, es importante vigilar los posibles ataques de hongos, que suelen ser causados por un exceso de riego. Para mitigar esto, es esencial regar moderadamente, asegurándose de que el suelo esté seco antes de volver a regar y centrarse en un riego profundo para alcanzar las raíces.

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