Cuidados de la margarita africana: guía para cultivar esta rústica planta

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Categorias: Guías de plantas

Autor Adrián Medina Alarcón

¡Bienvenido al mundo encantador de la margarita africana!

Esta planta es perfecta para los amantes de la jardinería que desean añadir una dosis de color y belleza a sus espacios. Con sus flores vibrantes y su resistencia, la margarita africana es una elección fantástica tanto para exteriores como para interiores. 

En este post descubrirás todos los cuidados necesarios para mantener a tu margarita africana. Desde la cantidad de luz adecuada hasta los secretos del riego, el sustrato ideal, el abono y cómo lidiar con esas molestas plagas, te convertirás en un experto en el cuidado de esta maravillosa planta.

¡A por ello!

Cuidados de la margarita africana

Bríndale su dosis de luz

La margarita africana es una amante del sol, así que asegúrate de darle su ración diaria de luz. Colócala en un lugar soleado de tu jardín o junto a una ventana en el interior de tu hogar. 

Durante la primavera y el verano, ¡necesita al menos 6 horas de sol directo al día para lucir en todo su esplendor! Si vives en un lugar con veranos muy calurosos, dale un poco de sombra durante las horas más intensas del día para evitar que se queme.

Durante el otoño e invierno, no te preocupes, tu margarita africana se adapta a la semisombra. Aunque le encanta el sol, puede tolerar condiciones de menor luminosidad durante esos meses más frescos. 

¡Siempre recuerda que cada planta es única y puede tener sus preferencias, así que observa cómo responde y ajústala a su gusto!

La temperatura, mejor alta

La margarita africana disfruta de temperaturas cálidas, entre los 15 °C y los 25 °C. En ese rango, verás cómo crece y florece con vitalidad. 

Sin embargo, no temas, tu margarita africana puede aguantar temperaturas más bajas durante el invierno, ¡hasta unos 5 °C!

Si vives en una zona con inviernos gélidos, protégela del frío extremo. Puedes trasladarla a un lugar resguardado, como un invernadero o un espacio cubierto, cuando las temperaturas bajen de los 5 °C. En el caso de macetas, muévelas a una zona más protegida o cúbrelas con telas o mantas para mantenerlas calentitas. ¡Tu margarita africana te lo agradecerá!

¿Interior o exterior? (Ella se adapta)

La margarita africana es principalmente una planta de exterior, ya que adora el sol. Pero no te preocupes si deseas tenerla en el interior de tu hogar, ¡ella se adaptará! 

Busca una ubicación cerca de una ventana orientada al sur o al oeste para que reciba la cantidad de luz necesaria. Con 4-6 horas de luz solar indirecta al día, tu margarita africana se sentirá como en casa.

Recuerda que si la cultivas en el interior, es posible que no florezca tanto como lo haría en el exterior. Pero eso no le quitará ni un ápice de su encanto. Además, asegúrate de proporcionarle un ambiente con buena circulación de aire para mantenerla feliz y saludable.

Con el riego, el equilibrio es lo mejor

La margarita africana tiene necesidades de riego moderadas. A ella le gusta mantener su sustrato ligeramente húmedo, pero no encharcado. Durante la temporada de crecimiento activo (primavera y verano), riégala regularmente, evitando que el sustrato se seque por completo entre riegos. Una buena técnica es esperar a que la capa superior del sustrato esté ligeramente seca antes de regar de nuevo.

En los meses de invierno, cuando entra en su período de descanso, reduce la frecuencia de riego. El objetivo es mantener el sustrato ligeramente húmedo, sin llegar a empaparlo. Ten cuidado de no excederte con el agua, ya que podría dañar las raíces de tu margarita africana.

El drenaje es fundamental

Tu margarita africana se sentirá feliz en un sustrato bien drenado. Mezcla tierra para macetas con arena gruesa o perlita para mejorar la aireación y el drenaje. Puedes añadir un toque de materia orgánica, como compost o turba, para retener la humedad sin comprometer el drenaje.

Cuando trasplantes tu margarita africana, elige una maceta ligeramente más grande que la anterior para permitir el crecimiento de sus raíces. Asegúrate de que la maceta tenga agujeros de drenaje para que el exceso de agua pueda escapar del sustrato. ¡Así garantizarás un hogar feliz para tu planta!

Dale un poco de alimento

A tu margarita africana le encanta ser alimentada durante la temporada de crecimiento activo. Cada mes, aplica un fertilizante equilibrado, como uno líquido para plantas con flores. Sigue las instrucciones del fabricante para la cantidad adecuada.

No exageres con el fertilizante, ya que podría provocar un crecimiento excesivo de hojas en detrimento de la floración. Durante el invierno, cuando está en su reposo, no es necesario fertilizarla, ya que su crecimiento es naturalmente más lento.

¿Cuándo hay que podarla?

Tu margarita africana no necesita poda regular, pero puedes darle un toque personal después de la temporada de floración. Retira las flores marchitas y recorta las ramas largas y desordenadas para fomentar un crecimiento compacto y una próxima floración abundante.

Si deseas un cambio más drástico, a fines del invierno o principios de la primavera, realiza una poda más intensa para rejuvenecer la planta. Corta las ramas más viejas cerca de la base y estimula el crecimiento de nuevas ramas. ¡Tu margarita africana se verá fresca y radiante!

Aleja a las molestas plagas

La margarita africana es generalmente resistente a plagas y enfermedades, pero ocasionalmente puede sufrir infestaciones de ácaros y pulgones. Si notas hojas amarillentas, deformadas o manchadas, toma medidas rápidas para controlar las plagas.

¿Preparado para cuidar de tu margarita africana?

Esperamos que este artículo te ayude a cuidar mejor de tu margarita.

Recuerda que si tienes cualquier duda no tienes más que ponerte en contacto con nosotros.

Estaremos encantados de ayudarte a mantener tus plantas sanas y felices.