Hoy tenemos una invitada muy especial en el blog…

Y es que la protagonista de este post viene de muy al sur; concretamente, de la calurosa región de Sudáfrica.

Se trata de una flor muy vistosa que en los últimos años ha ganado popularidad debido, no solo a su belleza deslumbrante, sino también a su capacidad para prosperar en diversas condiciones. 

Y es que se trata de una planta muy resistente (aunque eso no significa que no debamos mimarla un poco).

¿Preparado para conocer todos los cuidados que necesita la margarita del cabo?

Pues ¡vamos a por ello!

Cuidados de la margarita del cabo

1. Ubicación: ponla en un lugar donde reciba mucha luz

Como viene de Sudáfrica, es fácil concluir que esta planta necesita una buena dosis de sol. 

Y es que la margarita del cabo es una amante de la luz. Sitúala en un lugar donde reciba varias horas de exposición solar al día. Eso fomentará su floración y contribuirá a que se desarrolle mejor.

A esta planta le encanta estar al aire libre, pero si prefieres tenerla en interior también puedes (de hecho, si vives en un clima frío será lo ideal).

En este caso tendrás que situarla cerca de una ventana para que reciba su dosis diaria de sol.

2. El drenaje es clave

La margarita africana está habituada a la sequía, y puede soportar la falta de agua con relativa facilidad (aunque ya sabes que si le das el riego que necesita florecerá más).

Lo que peor lleva es el exceso de agua.

Por eso el sustrato donde la plantes debe tener un buen drenaje, para evitar que se produzcan encharcamientos y que las raíces se pudran.

3. Riego sí, pero en su justa medida

Esto va ligado directamente con lo anterior.

Como te decíamos, la margarita del cabo es una planta que se resiste muy bien la sequía. Y aunque eso no significa que podamos olvidarnos de ella, es importante que moderemos el riego.

Durante la primavera y el verano puedes regarla asegurándote de que el sustrato se mantenga siempre húmedo, pero sin llegar a encharcar.

De esta manera tendrá siempre el agua necesaria para florecer en todo su esplendor.

4. Un toque de fertilizante la ayudará a desarrollarse

Durante el invierno la margarita no necesita que la fertilicen.

En cambio, durante la primavera y verano (momento en que saca a relucir sus pétalos) sí es interesante aportarle un fertilizante para plantas en flor.

Eso sí, ¡modera la cantidad!

Un exceso de fertilizante podría hacer que las hojas se desarrollen en exceso, robándole a la planta las energías que necesita para sacar sus flores.

5. Acicálala de vez en cuando (poda puntual)

La margarita no requiere una poda muy regular.

Bastará con que retires las flores que se vayan marchitando mientras está en la fase de floración. 

A finales del invierno o principios de la primavera, realiza una poda ligera para dar forma y eliminar cualquier crecimiento muerto o dañado.

6. Protégela frente al frío (¡no le gusta nada!)

Como suele ocurrir con las plantas que provienen de climas cálidos, a la margarita del cabo no le gusta demasiado el frío.

¡Ojo! Puede tolerarlo (y llega a soportar temperaturas bastante bajas), pero lo mejor es evitar exponerla si podemos evitarlo.

7. Prevención de plagas y enfermedades

Vigilar las enfermedades es fundamental para mantener tus margaritas sanas. 

Asegúrate de darle el riego adecuado y evitar el encharcamiento para reducir el riesgo de enfermedades por hongos. También es sensible a ataques de ácaros y pulgones.

Si notas signos de enfermedad o plagas, como manchas en las hojas o un crecimiento anormal, trátala con un fitosanitario adecuado.

Ya conoces todos los cuidados que necesita tu margarita del cabo

La margarita del cabo es una planta bellísima y un acierto para cualquier hogar.

Es muy resistente, necesita poca agua y se adapta a vivir tanto en interior como en exterior. Siguiendo estos cuidados básicos, puedes disfrutar de su colorida floración y asegurarte de que crezca sana. 

De todas formas, ya sabes que si tienes cualquier duda puedes ponerte en contacto con nosotros para que te asesoremos.

Estaremos encantados de ayudarte a mantener tus plantas sanas y felices.