Beneficios de la jardinería con niños: claves para iniciar a los más pequeños en el cuidado de las plantas

Desarrollan su amor por la naturaleza.

Aprenden valores.

Y por encima de todo, se lo pasan en grande.

Para los niños (y los no tan niños), cuidar de las plantas es una actividad con muchísimas ventajas. 

Y desde luego, tú también lo vas a disfrutar mucho más si tienes a uno o dos pequeños ayudantes echándote una mano.

Por eso este artículo.

Aquí te vamos a explicar los principales beneficios de practicar la jardinería con niños.

Además, al final te daremos algunos consejos para empezar, sea cual sea la edad que tengan. 

Ponte los guantes, que empezamos.

¿Por qué deberías practicar la jardinería con niños? Estas son todas sus ventajas

En un artículo anterior hemos hablado sobre las muchas ventajas de practicar jardinería, sobre todo para los adultos.

Pero en el caso de los niños, cuidar de las plantas puede ser un complemento maravilloso para su educación.

Te explicamos por qué.

1. Aprenden a tener responsabilidades

Una de las primeras cosas que aprenden los niños es que una planta no es un juguete.

Es un ser vivo del que deben hacerse responsables. Tienen que acordarse de regarla, vigilar que reciba suficiente sol…

Al cuidar de sus propias plantas, aprenden a ser constantes y responsables. 

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2. Les enseña a ser pacientes

Hoy en día estamos acostumbrados a tenerlo todo al instante. Pedimos un paquete a Amazon y nos llega al día siguiente; llamas para pedir comida y en 30 minutos la tienes en casa.

Por eso, a veces está bien que los niños aprendan que no todo en la vida es tan rápido, y que a veces las recompensas tardan en llegar.

Y para eso no hay mejores maestras que las plantas.

Una planta no va a germinar más rápido por mucho que queramos, ni tampoco va a florecer fuera de su época.

Al cuidarlas, los niños entienden que hay cosas que requieren tiempo, esfuerzo y paciencia, pero que al final la recompensa vale la pena.

3. Crece su autoestima

Está demostrado que la jardinería aumenta la autoestima tanto en niños como en adultos. 

Y para los más pequeños esto es especialmente importante. Si desde pequeños se dan cuenta de que son capaces de cuidar de otro ser vivo, esto les hará ganar confianza en sí mismos y ser más independientes.

4. Mejora su salud

Los niños viven cada vez más pegados a las pantallas (¡hasta en el colegio!).

Por eso, de vez en cuando es muy saludable que estén en contacto directo con la naturaleza. Y es que está demostrado que la jardinería mejora la salud, porque:

  • Pasan más tiempo al sol.
  • Se relajan y se divierten.
  • Su sistema inmunitario se hace más fuerte.

¿Necesitas más razones para darles una pala y unos guantes?

5. Se comen las verduras más a gusto

Para muchos niños, las verduras son “esas cosas verdes que saben muy mal y que vienen del supermercado”.

Pero si en tu jardín tienes un pequeño huerto para cultivar tus propias hortalizas, eso hará que tus hijos estén mucho más dispuestos a comérselas.

Después de todo, las habrán cultivado ellos mismos.

3 ideas para iniciar a los más pequeños en la jardinería

¿Ya tienes claro que quieres iniciar a tus hijos en el cuidado de las plantas?

Antes de empezar, es importante que establezcas unas mínimas normas. 

A fin de cuentas, tienen que tomárselo en serio, porque están tratando con seres vivos y tienen que ser responsables (las plantas siguen necesitando que las rieguen aunque en el cole tengan vacaciones).

Pero por supuesto, eso no significa que no haya hueco para divertirse.

1. Empieza por las tareas simples

Hay muchas tareas aptas para que los más pequeños se familiaricen con las plantas.

Por ejemplo, puedes dejar que sean ellos quienes:

  • Siembren las semillas.
  • Rieguen las plantas.
  • Caven un hoyo para sembrar una nueva planta.
  • Te ayuden a sacar la tierra de las macetas para cambiarlas.

Si son más mayores pueden ayudarte también con tareas como la poda, por ejemplo.

2. Deja que experimenten

Habrá veces, sobre todo si tienes niños muy pequeños, en los que lo único que les apetecerá será divertirse.

Cavar un hoyo porque sí, hurgar entre los setos… Y eso también está bien.

Después de todo, no se trata de convertir la jardinería en una actividad extraescolar más, sino de que se lo pasen bien y de que se familiaricen con las plantas de una forma lo más natural posible.

3. Imaginación al poder

Otra idea muy interesante si tus niños tienen vena artística.

Por ejemplo, a muchos les encantará decorar las macetas con ideas originales (aquí te damos algunas ideas), fabricar un bebedero sencillo para pájaros…

O también pueden pintar figuras en cartulina y esconderlas por el jardín.

Así, un parterre puede ser un bosque mágico donde se esconde una ciudad de gnomos y hadas.

Únete a sus juegos y verás cómo en nada acaban tan enamoradas de las plantas como tú.

¿Vas a poner en práctica estos consejos y a disfrutar de la jardinería con tus niños?

Si lo haces, nos encantaría que nos cuentes tus experiencias en los comentarios.

Estamos seguros de que los más pequeños lo disfrutarán muchísimo.

Y recuerda que si tienes dudas sobre cómo cuidar las plantas de tu jardín, puedes ponerte en contacto con nosotros aquí.